Hace unas semanas tuve una grata conversación con un entrenador de baloncesto. Fue una charla muy interesante, motivadora e inspiradora para hacer este nuevo artículo.
En breve se iniciaran muchas pre temporadas deportivas dónde los jóvenes pondrán sus ilusiones y sus esfuerzos para aprender a jugar un deporte.
Aunque los pequeños y los adolescentes aún no lo sepan; los mayores sabemos qué el deporte trasciende las fronteras de hacer solamente ejercicio. El deporte ayuda a la formación de uno mismo en muchos ámbitos de la vida.
Rompiendo moldes: Ya en los años 90, se empezó a deshacer la creencia de que un atleta cuando compite olvida y no le afectan sus aspectos extradeportivos. Los seres humanos somos sistemas complejos. A finales del siglo XX abrimos una puerta a un nuevo paradigma, entendiendo que todos los humanos tenemos tres pilares fundamentales e interconectados entre sí. Estos son las emociones, los pensamientos y nuestro físico.
La Inteligencia Emocional (IE): En el siglo XXI la IE tiene un papel fundamental en el desarrollo humano. Según el psicólogo Daniel Goleman, autor del Best Seller Inteligencia Emocional (Ed. Kairos, 1996) describe la IE como la “Capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos”.
“Capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos”.
Para ayudar a los adolescentes es importante tener en cuenta que las emociones son una parte muy importante y como madres, padres, y staff técnico hay que saber escucharlas con las orejas, con los ojos y con el corazón. Escucharlas nos permite poner nombre a las emociones, eso nos ayuda a identificarlas, aceptarlas y atender a ellas de la mejor manera posible.
Una de las mejores técnicas son las preguntas poderosas. Las preguntas poderosas son preguntas normales, pero el hecho de ser formuladas en el momento adecuado les da un poder distinto, una fuerza y una introspección que hace conmover y reflexionar al receptor de la pregunta, llegando por sí mismo a una respuesta. Por ejemplo:
¿Qué rol quieres tomar en este equipo?
¿Qué quieres expresar con este entrenamiento?
¿Qué está sintiendo al entrenar?
¿Qué estás aceptando?
¿De qué estás tomando conciencia?
¿Qué cambiarías?
¿Qué estás aprendido?
¿En qué te puedo ayudar?
“Cuanto más abiertos estemos hacia nuestros sentimientos, mejor podremos leer los de los demás” Daniel Goleman.
El Tanque o depósito emocional: En Estados Unidos utilizan la metáfora del “Depósito emocional”. Es decir, Cada uno de nosotros tiene en su interior un depósito emocional. Para que este depósito este lleno se precisa una atención, un cuidado, mantenerlo… a cambio la persona llenará su depósito y se sentirá optimista, perseverante, impetuoso…
No obstante, si el depósito está vacío la persona se sentirá pesimista, desilusionado, desesperanzado, todo será difícil y complicado, etc.
¿Cómo podemos mantener este tanque emocional lleno?
Una posible respuesta es “Magic Ratio”. El Magic Ratio es una técnica estadounidense, que después de un estudio a través del deporte, llegaron a la conclusión de que el joven deportista ejerce y mejora más rápidamente cuando tiene una proporción de cinco inputs positivos o fortalezas, por un aspecto de mejora. Es decir 5:1.
Es muy importante que este “1” sea un aspecto que pueda aprender, entrenar, mejorar. Nunca se tiene que enfocar como una debilidad o un castigo. La madre, padre, el maestr@, el staff técnico debe hacer esté esfuerzo de incidir en cinco fortalezas por una área de mejora del joven talento. El resultado es satisfactorio para todas las partes.
Algunos coach y psicólogos comparten la visión de que para los adultos es suficiente un 3:1. Simplemente os invito a que lo prueben, y decidan ustedes cuál es mejor para sus pupilos o adultos.
“Los detalles hacen la diferencia”